jueves, 27 de octubre de 2011

Lactancia

¿Qué es la leche materna?

La leche humana es un alimento complejo y vivo, imposible de copiar que tiene diversos componentes importantes:
 

·         Nutricionales

·         Inmunológicos

·         Metabólicos

·         Biológicos


 La leche humana provee la cantidad suficiente de energía y nutrimentos para promover un crecimiento óptimo durante los primeros seis meses de vida.


La lactancia materna debe ser necesaria y exclusiva hasta los seis meses y de ser posible debe continuarse hasta los 12 meses con una alimentación complementaria adecuada. Debe iniciar lo más pronto posible después del parto, idealmente dentro de las dos primeras horas de vida del bebé.

Lactancia exclusiva:

Es aquella en la que ningún otro alimento o bebida, ni aún agua, es ofrecido al lactante, excepto leche materna cuando menos por cuatro o si es posible hasta los seis meses de vida. Se permite que el lactante reciba gotas de hierro, vitaminas u otros medicamentos necesarios.
 

Para que la lactancia tenga éxito debe haber la motivación de la madre y la participación del padre y otros miembros de la familia, así como del médico.


La composición de la leche materna no es uniforme a través del tiempo, debido a que es secretada por la glándula mamaria en diferentes etapas posteriores al parto.


El calostro es la secreción que se produce durante los primeros días posteriores al parto; es bajo en grasas, alto en proteínas, vitaminas, minerales y electrólitos y rico en anticuerpos.


La leche de transición es la producida entre el 7° y el 14° día posterior al parto. En este período hay un decremento de las concentraciones de anticuerpos y proteínas, así como un incremento de la lactosa, grasas y calorías.


La tercera fase de la producción de la leche materna se inicia dos semanas después del parto y se considera como leche madura la producida hasta los siete u ocho meses.


Si se mantiene la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, a esa edad se inicia el destete, que se debe realizar en forma gradual hasta más allá de los 12 meses, con vigilancia adecuada del crecimiento físico y desarrollo del niño.
 

La leche materna tiene indudables ventajas: nutricias, inmunológicas, antiinfecciosas, psiocoafectivas y económicas; también es un método contraceptivo


A partir del sexto mes se recomienda retirar gradualmente el biberón y continuar con “un vaso entrenador” la administración de la fórmula; se vigilará al lactante para detectar desaceleración del crecimiento por ingestión insuficiente de energía y nutrimentos. El vaso entrenador propicia ser usado para administrar otros líquidos. El biberón sólo debe utilizarse para leche. No es recomendable agua endulzada, jugos o tés, porque afectan la lactancia materna exclusiva. Además, el biberón puede ser causa de otitis media,  caries dental y si no se lava adecuadamente para evitar la contaminación, habrá infecciones gastrointestinales. El biberón se debe retirar paulatinamente en un periodo de seis meses.
 

Para que la producción de leche materna sea adecuada en la madre se recomienda que exista  una buena prensión del bebe  que asegure el vaciamiento de la mama. El estímulo de la succión para que haya eyección de la leche y vaciar los pechos con frecuencia y completamente.



Se recomienda la “Técnica de la hamburguesa” para garantizar una adecuada lactancia:



Técnica de la “hamburguesa”

·         Cargar al bebé con una sola mano, con la otra mano se tomará el pecho, con los 4 dedos abajo y el pulgar arriba  (formando una letra “C”).

·         Acercar al bebé completamente volteado hacia la madre (No debe verse su abdomen, abdomen con abdomen).

·         Rozar labio superior con el pezón, el bebé abrirá la boca.

·          Introducir el todo el pezón y la mayor parte que quepa de la areola.



¿Cómo saber si la lactancia es adecuada?

·         Ritmo sostenido de succión/patrón de tragar y respirar con pausas ocasionales.

·         Escuchar que el bebé trague la leche.

·         Brazos y manos relajados

·         El pecho se va ablandando mientras avanza la lactancia.

·         El pezón se verá elongado después de la lactancia, pero no marcado o lastimado



¿Cómo saber si el bebé come lo suficiente?

·         Moja de 5 a 6 pañales al día (a partir del 4º día)

·         Orina clara y abundante

·         Las evacuaciones cambian de meconiales (verde obscuro) a amarillas, blandas y acuosas después del 4º día

·         Tiene de 2 a 5 evacuaciones al día (del día 4 a la semana 4-6)

·         A las dos semanas del nacimiento ha recuperado su peso al nacer

·         Mama con frecuencia y queda satisfecho.

·          Come de 8 a 16 veces en 24 horas

·         Tiene aspecto saludable, buen color, piel elástica, se encuentra alerta y activo, tiene buena tonicidad muscular
 

Cada bebé tiene su propio ritmo de alimentación, como cada madre tiene su propio ritmo de salida de leche: la madre y su bebé se regulan entre sí. Hay quienes maman durante 20 minutos y sin embargo reciben la misma cantidad que otras u otros en 4 ó 5 minutos, si se le ofrece el pecho y lo acepta, es porque lo necesitan. Deben ofrecer siempre los dos pechos, empezando por el último que se haya ofrecido; si rechaza el segundo será porque ya ha tomado suficiente del primero.
 

¿Se puede almacenar la leche materna?

·         Inmediatamente después de extraer debe colocarse un minuto en agua con hielo para enfriar rápido y aumentar el tiempo de conservación

·         Temperatura ambiente (25°C) 6 a 8 horas

·         Bolsa térmica con hielo 24 horas

·         Refrigeración (4°C) de 2 a 5 días

·         Congelador dentro de refrigerador           (-15°C) 2 semanas

·         Congelador independiente de refrigerador (-18°C) de 3 a 6 meses


 

¿Cuándo usar fórmulas maternizadas?



Si un lactante no recibe el privilegio de la lactancia materna puede recibir un sucedáneo diseñado para cubrir sus necesidades de nutrimentos.



·         Como sustitutos o suplementos de la leche humana en lactantes cuando una madre no puede amamantar a su bebé; cuando elige no hacerlo, o cuando decide una lactancia parcial o no exclusiva.

·         Como sustitutos de la leche humana en lactantes en quienes esté contraindicada la lactancia materna.

·         Como suplementos en lactantes cuyas madres desean interrumpir gradualmente la lactancia.

·         Como suplementos de la leche humana cuando se sospeche que la producción es insuficiente debido a un pobre incremento en el peso del bebé

·         Como suplementos en lactantes cuyas madres deben iniciar tempranamente sus labores fuera del hogar y deseen continuar con lactancia parcial.

  

Tips para la preparación de la fórmula y cuidados
 
·         La fórmula debe ser preparada en el momento que será suministrada al bebé; debe estar fresca.

·         La fórmula sobrante no debe reutilizarse en la siguiente alimentación; se debe desechar.

·         Nunca debe calentarse en hornos eléctricos ni de microondas. La alternativa es calentar con agua calienteo en termos. La mezcla debe hacerse antes de ser calentada.

·         No dejar la medida o la cuchara en la lata. Lavarla con agua y jabón antes de utilizarla y mantenerla en un lienzo limpio.

·         Lavarse las manos antes de preparar los biberones y después de ir al baño.La fuente de agua debe ser limpia.

·         Lavar el biberón con agua caliente y, debe ser hervido junto con la mamila, hasta que el niño cumpla 6 meses.

·         La fórmula preparada debe refrigerarse a 4° C y consumirse durante las primeras 24 horas. La temperatura de almacenamiento debe ser monitorizada; la formula debe calentarse antes de alimentar al niño.

·         Se puede congelar a menos 20º C y utilizarse en promedio un mes después de su preparación.

·         La fórmula puede mantenerse a temperatura ambiente por un tiempo máximo de cuatro horas.


Si el niño recibe alimentación exclusiva al pecho materno, se recomienda suministrar hierro a partir del 4º mes de vida y polivitamínicos. Los lactantes alimentados con fórmulas lácteas de inicio, de seguimiento o de ambas, no requieren suplementos de vitaminas y nutrimentos inorgánicos durante el primer año de vida.


La mayoría de los medicamentos que se prescriben a la madre no contraindican la lactancia, sin embargo se recomienda consultar a tu médico antes de iniciar un tratamiento.



“La base de una alimentación sana, correcta y equilibrada tiene su fundamento en la lactancia materna”

sábado, 22 de octubre de 2011

Estreñimiento

El estreñimiento sigue siendo una de las principales causas de consulta al pediatra. Es muy común en niños de todas edades.

Se puede definir el estreñimiento como una disminución en la frecuencia de emisión de las heces, que suelen ser duras y escasas y requieren esfuerzo para su emisión, ocasionando la mayoría de las veces dolor.  De este modo  una persona puede evacuar cada tres días y si lo hace confortablemente no lo consideramos anormal.

Es difícil establecer el número normal de evacuaciones ya que depende de cada niño y guarda mucha relación con la edad del mismo.

En general, el recién nacido suele evacuar de 4 a 6 veces al día, pero depende de si recibe lactancia materna o fórmula. Los niños con lactancia materna pueden evacuar cada vez que comen y disminuir el número de forma llamativa a partir de la tercera semana o sólo dos evacuaciones al día. Los niños con lactancia artificial, suelen tener un menor número de evacuaciones al día. A partir del año puede variar desde una a tres veces al día, hasta 3 veces a la semana.

¿Cuándo sospechar que un niño está estreñido?
·         Lactante menor alimentado al seno materno que tiene menos de 2 evacuaciones al día.
·         Los niños que reciben lactancia artificial, y los niños entre seis meses y un año, con menos de 3 evacuaciones a la semana.
·         Los niños mayores con menos de 2 evacuaciones a la semana.

Es de suma importancia recalcar que no sólo debemos tener en cuenta el número de evacuaciones  sino también otros datos como consistencia, esfuerzo, etc.


Una constipación no resuelta puede permitir que haya retención fecal en el recto y producir impactación fecal; si esto continúa, se acumulan gran cantidad de heces en el recto y se evacuara por rebosamiento y el niño comenzara a manchar la ropa interior a esto último se le conoce como Encopresis y es la expresión máxima del estreñimiento.

El manchado de la ropa interior se reporta en un 3% de los niños menores de 4 años, en la consulta pediátrica. Más del 50 % de los niños tiene antecedentes familiares del problema y existe una predominancia muy franca al sexo masculino sobre el femenino.


¿Cuáles son las causas?

            En los niños no suele deberse a problemas importantes. Por eso, se habla de estreñimiento funcional o idiopático (no existe una enfermedad que lo produzca) en el que intervienen varios factores como: tipo de alimentación, predisposición familiar, etc. Es frecuente encontrar situaciones que lo desencadenan como cambios en el tipo de leche o alimentación, cuando se empieza a retirar el pañal o empiezan a ir a la guardería o al colegio.  Los niños más grandes pueden comenzar a retener cuando necesitan ir al baño porque temen utilizar el inodoro fuera de casa. La escuela o los campamentos de verano, con instalaciones que no son lo suficientemente limpias o privadas, son las causas más comunes de retención en este grupo de edad.

En algunos niños, el esfuerzo y las dificultades para defecar pueden deberse simplemente a un sistema inmaduro, con músculos rectales que no se relajan en el momento preciso.

Posteriormente, el estreñimiento puede comenzar cuando la dieta del niño no incluye suficiente fibra o líquidos.

Cuando el niño ha estado estreñido por más de unos pocos días, las heces retenidas pueden llenar el intestino grueso (colon) y provocar su distensión. Un colon distendido en exceso no puede funcionar adecuadamente. Por lo tanto, retiene más heces fecales. Entonces, eliminar una gran masa de heces endurecidas es  una experiencia dolorosa para el niño, que naturalmente evita ir al baño (comportamiento retentivo). El intestino va dilatándose y cada vez se necesita un volumen mayor de las heces para que el niño sienta la necesidad de defecar y de esta forma se establece un círculo vicioso que puede mantener el estreñimiento.


Podemos hablar entonces de dos tipos de estreñimiento: 
a)      Funcional
b)   Orgánico

Funcional
Es el tipo más frecuente de constipación.

El origen puede ser:
·         Dietético: (por alimentación pobre en fibra, anorexia, exceso de leche de vaca, o disminución de la leche materna).
·         Psicológico: (más frecuente en los mayores de 2 años).
·         Otros tipos de causas: como la fiebre, viajes, mudanzas, separación familiar y los largos períodos de inmovilización por enfermedad.
  
Orgánico
Cuando existe un problema anatómico o morfológico que origina el estreñimiento como:

·         Malformaciones anorrectales
·         Anormalidades Neurológicas o musculares extrínsecas
·         Anormalidades intrínsecas de la motilidad (trastornos en electrolitos, hormonales)
·         Alteraciones del sistema nervioso intestinal  
·         Agentes farmacológicos


Las complicaciones más frecuentes del estreñimiento son:

·         Episodios recurrentes de dolor abdominal producidos por la retención de aire y heces, que pueden ser intensos e incluso acompañarse de vómitos.
·         Heridas o fisuras en la región anal que producen dolor y sangrado con la evacuación o al limpiar al niño.
·         Encopresis.


Tratamiento

El tratamiento del estreñimiento varía de acuerdo al origen del problema, la edad y personalidad del niño.

Para tratar correctamente el estreñimiento se requiere esfuerzo y paciencia por parte de los padres y del niño ya que la mejoría no suele ser inmediata, y además deberán mantenerlo durante mucho tiempo ya que el estreñimiento tiende a persistir durante la vida adulta.

En los niños el tratamiento del estreñimiento se basa en cambios en la alimentación y “reeducar” el ritmo intestinal.

El paso inicial y muy importante es tratar cualquier lesión que exista en la región anal.

En los niños pequeños que se alimentan todavía de forma exclusiva con leche se debe ayudar al niño, en general, después de las tomas, flexionándole las piernas sobre el abdomen y dándole masajes.  Aunque la estimulación rectal con el termómetro o los supositorios de glicerina son muy usados, sólo se deben emplear ocasionalmente.

En los niños más mayores insistiremos en los siguientes aspectos:

·         Alimentación: Deben beber abundante agua y tomar una dieta rica en fibra. La fibra ayuda a formar heces más blandas y favorece el movimiento del intestino. Los alimentos más ricos en fibras son las verduras, las frutas enteras, las legumbres y los cereales, sobre todo los integrales. En algunos niños mayores de 4 años pueden ser útiles los suplementos de fibra.
·         Evitar el intestino perezoso. Hay que acostumbrar al niño a ir al baño, aunque no tenga ganas, a la misma hora, y generalmente después de las comidas para aprovechar que el intestino “empuja” en esos momentos las heces retenidas, y durante al menos 10 minutos. Este es uno de los aspectos más importantes del tratamiento, pero también uno de los que más esfuerzo suponen, y debe mantenerse a largo plazo. Debe realizarse sólo en niños mayores de 3 años que ya no usan pañal.
·         Si el estreñimiento es de larga duración, con retención importante, se debe realizar inicialmente una “limpieza” del intestino con el empleo de enemas y laxantes durante unos días. Su empleo, dosis y duración deben ser indicados por el pediatra.

¿Cuándo llamar al médico?
  • No ha tenido una evacuación durante 4 a 5 días
  • Tiene un estómago que esta duro y distendido
  • Tiene sangre o moco en las evacuaciones
  • Se queja de un dolor del estómago y presenta vómitos 

Dieta Laxante

1.      Abundantes líquidos:
·         Agua o jugos en las comidas y entre las comidas, también.
·         Proporcione jugo de ciruela, un laxante natural, en cantidades pequeñas (2-4 onzas) todos los días ayuda previenen el estreñimiento
·         El jugo de ciruela helado paletas heladas  son divertidas para su niño y lo comerá mejor.

2.      Alimentos ricos en fibra
·         Por lo menos 2 platos de frutas cada día debe incluir la cáscara: ciruelas, ciruelas pasas, durazno y  melocotones.
·         Por lo menos 3 raciones de verduras cada día. La cáscara de la papa cocida tiene mucha fibra.
·         Cereales ricos en fibra, como: salvado, el trigo hecho tiras, cereales de grano enteros, harina de avena, y granolas. Evite los cereales refinados, como las hojuelas de maíz, etc.
·         Pan  integral entero en lugar del pan blanco.

3.      Evitar comida rica en  grasa

4.      Evitar demasiados productos lácteos, como la leche, helado, queso y yogurt.

domingo, 16 de octubre de 2011

Vacunas

Las vacunas son productos biológicos que sirven para prevenir enfermedades infecciosas activando nuestro organismo para que desarrolle defensas específicas contra ellas. Las vacunas "enseñan" al sistema inmunológico a defenderse. Por esa razón contienen, por lo general, parte del microorganismo causante de la enfermedad o el germen entero, pero muerto o debilitado.
Tras recibir la vacuna, por medio de una inyección o ingiriéndola, nuestro organismo produce anticuerpos contra los gérmenes que contiene. Estos anticuerpos nos protegerán frente a los gérmenes verdaderos causantes de la enfermedad, destruyéndolos y haciendo que no enfermemos.
Las vacunas protegen a los niños de enfermedades peligrosas. Estas enfermedades pueden tener complicaciones graves o secuelas y provocar incluso la muerte.
Las vacunas más comúnmente empleadas en nuestro país son las siguientes: hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo b, neumococo, sarampión, rubeola, parotiditis o paperas, varicela, virus del papiloma humano, rotavirus, hepatitis A e influenza.
La Academia Americana de pediatría recomienda las siguientes vacunas antes de cumplir los 7 años:
·  3 Dosis frente a la hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b y polio en el primer año.  
·  4 Dosis frente al neumococo a los 2, 4, 6 y 12-18 meses de edad.
·  3 Dosis de vacuna oral frente al rotavirus a los 2, 4 y 6 meses de edad.
·  2 Dosis frente al sarampión, parotiditis y rubeola (triple Viral), la primera a los 12 meses de edad y la segunda entre a los 6 años2 dosis frente a la varicela, una a los 12-15 meses de edad y otra a los 3-4 años.
·  2 Dosis frente a la difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b a los 2 y 4 años de edad.
                La mayoría de las vacunas se pueden administrar a cualquier edad y además, si hubiera olvidado alguna dosis no sería necesario empezar de nuevo, ya que las dosis administradas siguen contando aunque haya pasado más tiempo del aconsejado.
Las vacunaciones deben empezar al momento del nacimiento o a los 2 meses, y en su mayor parte se administran dentro de los dos primeros años de vida. Al vacunar a su hijo a tiempo (antes de los dos años), usted lo protege de infecciones e impide que contagie a otros en la escuela o guardería. Los niños menores de cinco años son muy susceptibles a contraer enfermedades porque sus sistemas inmunológicos no han desarrollado, por sí solos, las defensas necesarias para luchar contra las infecciones.
Las vacunas son medicamentos muy seguros, pues son sometidas a estudios estrictos antes de poder administrarse a la población y siguen siendo vigiladas incluso una vez comercializadas. No obstante, como todos los medicamentos, pueden producir efectos secundarios que por lo general son muy leves, del tipo de dolor en lugar del pinchazo o un poco de fiebre o incluso un sarpullido, dependiendo siempre de cada vacuna.
Excepcionalmente, una vacuna puede desencadenar reacciones graves en personas alérgicas a ese preparado o con otro tipo de circunstancias especiales. Por eso se recomienda su control y administración por profesionales sanitarios.
Raramente está contraindicada una vacuna. Los procesos febriles importantes durante el día previsto para la vacunación pueden aconsejar su retraso, pero la única contraindicación real habitual es la alergia grave conocida a la vacuna o a alguno de sus componentes. Se podrán administrar las vacunas aunque su hijo esté resfriado o esté tomando otras medicinas o pueda estar incubando alguna enfermedad. El contacto con otros niños o con embarazadas o con mujeres que estén amamantando no contraindica la vacunación.
La información científica disponible en el momento NO apoya la hipótesis de que las vacunas causan el autismo.  
Asegurarse de que su hijo tenga al día todas las inmunizaciones recomendadas es también una manera de preservar la salud de nuestra comunidad.

Las vacunas previenen las siguientes enfermedades principalmente:

Hepatitis B
Más de 2 billones de personas en el mundo han contraído el virus de la hepatitis B en algún momento de sus vidas. De ellas, 350 millones son portadores de la enfermedad de por vida y pueden transmitir el virus a otros. Un millón de estas personas mueren cada año de enfermedades hepáticas y cáncer del hígado.

Rotavirus
La diarrea por rotavirus es una de las principales causas de hospitalización por deshidratación en menores de 2 años, la vacunación oral ha disminuido el número de hospitalizaciones y la intensidad del cuadro diarreico.

Neumococo
Cada año las bacterias neumocócicas causan enfermedades invasivas en alrededor de 16,500 niños menores de cinco años, incluyendo más de 700 casos de meningitis
Además, los neumococos causan entre un 25% y un 40% de las infecciones del oído medio en los niños, siendo éstas la principal causa de prescripción de antibióticos en niños
La aplicación de la vacuna antineumocócica previene contra las formas invasivas de la enfermedad.

Difteria
La difteria es una enfermedad grave causada por una substancia venenosa producida por una bacteria. Con frecuencia, causa problemas cardíacos y nerviosos. Las tasas de mortalidad se sitúan entre 5% y 10%, y entre los niños y los ancianos hay mayor incidencia (hasta 20%).

Pertussis (tos ferina)
La tos ferina puede ser una enfermedad grave y trae como consecuencia ataques de tos prolongados que pueden durar varias semanas. Estos ataques de tos dificultan ciertas funciones básicas tales como comer, tomar líquidos y respirar. Esta enfermedad también puede causar neumonía en los lactantes y provocar daños cerebrales, convulsiones y retardo mental.

Tétanos
El tétanos es una enfermedad severa que muchas veces causa la muerte. La bacteria que causa el tétanos se encuentra con facilidad en el suelo y el polvo de la calle y también en los excrementos de algunos animales.
Las personas afectadas por tétanos sufren rigidez y espasmos en los músculos, lo cual les causa dificultades para respirar y comer. Algunos pacientes pueden caer en coma y morir
En el mundo entero los casos de tétanos en niños recién nacidos continúan siendo un gran problema. Cada año, el tétanos mata a 300.000 recién nacidos y a 30.000 parturientas que no habían sido vacunados adecuadamente.


Poliomielitis
El virus de la polio (o poliomielitis) causa una parálisis aguda que puede traer como consecuencia incapacidad física permanente e incluso la muerte.
El desarrollo de las vacunas contra la polio y la implementación de programas de inmunización han erradicado la polio en nuestro país.

Haemophilus Influenzae Tipo b (Hib)
Antes de que existiera la vacuna contra la Hib, esta enfermedad era la causa más común de meningitis bacteriana entre lactantes y niños.  La meningitis por Hib causaba la muerte de 600 niños por año.
Desde que se introdujo la vacuna conjugada contra la Hib, la incidencia de esta enfermedad ha disminuido en 80%.

Influenza
La influenza está catalogada como un problema de salud pública porque ocupa una de las diez primeras causas de morbimortalidad y se incrementa durante las épocas invernales, siendo causa de ausentismo escolar y laboral.

Sarampión
En los países industrializados, 20% de las personas que enferman de sarampión son hospitalizadas y entre 7% y 9% sufren complicaciones como neumonía, diarrea o infecciones del oído.  Se estima que la tasa de mortalidad por causa del sarampión asciende a una de cada 1.000 personas.
El sarampión es una de las enfermedades más infecciosas que hay en el mundo. Más de 90% de las personas no inmunes al sarampión desarrollarán la enfermedad si se ven expuestos al virus.

Rubéola
Aunque la rubéola es normalmente una enfermedad leve tanto en niños como en adultos, 90% de los bebés nacidos de madres que contraen rubéola durante los primeros tres meses de embarazo desarrollarán el síndrome de la rubéola congénita (SRC), que puede traer como consecuencia anomalías cardíacas, cataratas, retardo mental y sordera.

Parotiditis (paperas)
Antes de que existiera la vacuna contra la parotiditis, esta enfermedad era una de las principales causas de sordera entre los niños. Usualmente, la parotiditis es una enfermedad viral leve
Los efectos colaterales graves de la parotiditis son más comunes en los adultos que en los niños. La inflamación de los testículos es el efecto colateral más común en los pacientes que han pasado la edad de la pubertad y ocurre entre 20% y 30% de los hombres que contraen parotiditis.

Varicela
La varicela siempre está presente en la comunidad y es altamente contagiosa. La varicela usualmente es una enfermedad leve, pero puede complicarse en algunos lactantes, adolescentes y adultos. Sólo las personas que han sufrido varicela en algún momento de sus vidas pueden contraer herpes zoster, una dolorosa inflamación de los nervios.