martes, 20 de marzo de 2012

Talla Baja

Existen diversas causas que pueden retrasar el crecimiento en los niños que van desde variantes normales del crecimiento hasta enfermedades crónicas que condicionan un retraso en el crecimiento. Las más frecuentes son las variantes normales donde el patrón de crecimiento se sitúa en los límites inferiores del rango normal, no se detecta una causa patológica (enfermedad) aparente, ni anomalías corporales, analíticas y/o radiológicas. Este grupo es el que origina mayor número de consultas y de preocupaciones a los padres y existen dos formas de presentación:



Retraso constitucional del crecimiento y de la pubertad (RCCP).

            Dentro de este grupo siempre existe historia de familiares con el mismo problema. Estos niños nacen con un peso y talla normales y a los 6-12 meses se produce un notable enlentecimiento del crecimiento, situándose en los percentiles inferiores. A partir de los 3 años su talla se estabiliza debajo del percentil 10, para progresar con una velocidad de crecimiento dentro de límites normales, aunque puede haber una desaceleración en la fase que precede al estirón puberal. La edad ósea se retrasa hasta dos años y medio con respecto a la edad del niño. Los signos del comienzo de la pubertad también se demoran y suelen aparecer entre los 14 y 18 años en los niños y entre los 13 y 16 en las niñas. El brote de crecimiento ligado a los cambios puberales no acontecerá hasta que se inicie la pubertad. La mayoría de estos chicos alcanzan, finalmente, una talla definitiva normal. No se ha explicado satisfactoriamente esta forma de freno del crecimiento tan característica.



 Talla baja familiar o genética.

            Se refiere a niños bajos que tienen padres y familiares situados cercanos al percentil 5 de talla. Estos niños nacen con un peso y una talla normales o ligeramente inferiores al límite considerado normal, crecen a ritmo lento pero normal y su talla se mantiene alrededor o más baja del percentil 5. Su edad ósea es concordante con su edad (edad cronológica). No se retrasa su pubertad y su talla final es baja pero corresponde a la familiar.





Datos clínicos
Talla baja familiar
Retraso constitucional del crecimiento y pubertad
Historia familiar
Talla baja
Maduración lenta
Comienzo retraso crecimiento
Postnatal
Postnatal
Ritmo maduración
Normal
Lento
Edad ósea
Normal
Retrasada
Maduración sexual
Normal
Retrasada
Talla final
Baja
Normal





            El resto de los niños con talla baja en los que se ha excluido las variantes normales,  lo forma un grupo muy pequeño y heterogéneo, donde el hipocrecimiento (escaso crecimiento) es secundario a algún proceso patológico que, si no se controla, les impedirá alcanzar su talla diana. En estos casos, el retraso del crecimiento se acompaña, dependiendo del caso, de anomalías fenotípicas (aspecto corporal) variables, que afectan a distintas estructuras orgánicas, así como de trastornos analíticos, hormonales y radiográficos que orientan el diagnóstico.



            En ocasiones el retraso es secundario a procesos que han dañado al feto durante el embarazo y otras veces se asocia a de los cromosomas, o a la alteración de alguno de sus genes. En estos casos el comienzo es precoz, algunos desde  la vida intrauterina (embarazo).



            La alteración del patrón de crecimiento secundario a enfermedades crónicas o desnutrición dependerá de la edad del niño, de la duración y del tipo de proceso que lo origina. Generalmente suele ser de moderada intensidad, no se observan anomalías llamativas y muestran ligero retraso de la edad ósea.



            Los niños con defecto de síntesis o actividad de la hormona de crecimiento o de somatomedinas (otros factores estimulantes de crecimiento) tienen una velocidad de crecimiento muy escasa con deterioro progresivo de su talla, edad ósea muy retrasada (superior a dos años y medio), tendencia a engordar y la evolución espontánea de su crecimiento no alcanzaría tallas superiores a 130 cm. El hipotiroidismo, Cushing (por administración crónica de cortisona) y pubertad precoz poseen expresividad propia y todos cursan con talla baja.



            La práctica indica que todos los niños comprendidos entre la percentil 1 y 5  con velocidad de crecimiento superior al percentil 25 son normales y solo necesitan revisiones periódicas; pero si su velocidad de crecimiento es inferior es necesario un estudio completo. Los niños con talla debajo de  la percentil 1 posiblemente tienen un trastorno del crecimiento que debe evaluarse sin demora. Los que tengan una velocidad de crecimiento inferior al percentil 25, o si su edad ósea se ha retrasado más de dos años y medio también son tributarios de estudio.





Tratamiento



            El tratamiento  se dirigirá, a la causa que produce el retraso



            El retraso constitucional del crecimiento evoluciona espontánea y favorablemente. Los casos tratados con hormona de crecimiento han incrementado inicialmente la velocidad de crecimiento, pero la hormona no ha concretado su eficacia sobre la talla final.

           

            La talla baja familiar no ha demostrado mejoría con los distintos tratamientos ensayados.



            Los niños con enfermedades crónicas o malnutridos el tratamiento debe concretarse, cuanto antes, sobre la enfermedad responsable del déficit de talla.  





Causas más frecuentes de talla baja



·         Variantes normales de crecimiento

o   Retraso constitucional del crecimiento y de la pubertad (RCCP)

o   Talla baja familiar o genética



·         Síndrome de maltrato infantil



·         Enfermedades crónicas

o   Malnutrición.

o   Enfermedad celiaca.

o   Fibrosis quística.

o   Enfermedad crónica intestinal.

o   Enfermedades renales.

o   Diabetes Mellitus

o   Enfermedades hepáticas, etc



·         Trastornos endocrinos

o   Tratamientos crónicos con cortisona (Cushing)

o   Enfermedades del tiroides (Hipotiroidismo)

o   Pubertad precoz

o   Defecto de síntesis o actividad de la hormona del crecimiento

o   Defecto de síntesis o actividad de somatomedinas

o   Defectos del receptor de la hormona de crecimiento y somatomedinas



·         Defectos familiares o congénitos

o   Retraso del crecimiento intrauterino

o   Alteraciones de los cromosomas

o   Displasias óseas (acondroplasia, etc.)


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