domingo, 16 de octubre de 2011

Vacunas

Las vacunas son productos biológicos que sirven para prevenir enfermedades infecciosas activando nuestro organismo para que desarrolle defensas específicas contra ellas. Las vacunas "enseñan" al sistema inmunológico a defenderse. Por esa razón contienen, por lo general, parte del microorganismo causante de la enfermedad o el germen entero, pero muerto o debilitado.
Tras recibir la vacuna, por medio de una inyección o ingiriéndola, nuestro organismo produce anticuerpos contra los gérmenes que contiene. Estos anticuerpos nos protegerán frente a los gérmenes verdaderos causantes de la enfermedad, destruyéndolos y haciendo que no enfermemos.
Las vacunas protegen a los niños de enfermedades peligrosas. Estas enfermedades pueden tener complicaciones graves o secuelas y provocar incluso la muerte.
Las vacunas más comúnmente empleadas en nuestro país son las siguientes: hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo b, neumococo, sarampión, rubeola, parotiditis o paperas, varicela, virus del papiloma humano, rotavirus, hepatitis A e influenza.
La Academia Americana de pediatría recomienda las siguientes vacunas antes de cumplir los 7 años:
·  3 Dosis frente a la hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b y polio en el primer año.  
·  4 Dosis frente al neumococo a los 2, 4, 6 y 12-18 meses de edad.
·  3 Dosis de vacuna oral frente al rotavirus a los 2, 4 y 6 meses de edad.
·  2 Dosis frente al sarampión, parotiditis y rubeola (triple Viral), la primera a los 12 meses de edad y la segunda entre a los 6 años2 dosis frente a la varicela, una a los 12-15 meses de edad y otra a los 3-4 años.
·  2 Dosis frente a la difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b a los 2 y 4 años de edad.
                La mayoría de las vacunas se pueden administrar a cualquier edad y además, si hubiera olvidado alguna dosis no sería necesario empezar de nuevo, ya que las dosis administradas siguen contando aunque haya pasado más tiempo del aconsejado.
Las vacunaciones deben empezar al momento del nacimiento o a los 2 meses, y en su mayor parte se administran dentro de los dos primeros años de vida. Al vacunar a su hijo a tiempo (antes de los dos años), usted lo protege de infecciones e impide que contagie a otros en la escuela o guardería. Los niños menores de cinco años son muy susceptibles a contraer enfermedades porque sus sistemas inmunológicos no han desarrollado, por sí solos, las defensas necesarias para luchar contra las infecciones.
Las vacunas son medicamentos muy seguros, pues son sometidas a estudios estrictos antes de poder administrarse a la población y siguen siendo vigiladas incluso una vez comercializadas. No obstante, como todos los medicamentos, pueden producir efectos secundarios que por lo general son muy leves, del tipo de dolor en lugar del pinchazo o un poco de fiebre o incluso un sarpullido, dependiendo siempre de cada vacuna.
Excepcionalmente, una vacuna puede desencadenar reacciones graves en personas alérgicas a ese preparado o con otro tipo de circunstancias especiales. Por eso se recomienda su control y administración por profesionales sanitarios.
Raramente está contraindicada una vacuna. Los procesos febriles importantes durante el día previsto para la vacunación pueden aconsejar su retraso, pero la única contraindicación real habitual es la alergia grave conocida a la vacuna o a alguno de sus componentes. Se podrán administrar las vacunas aunque su hijo esté resfriado o esté tomando otras medicinas o pueda estar incubando alguna enfermedad. El contacto con otros niños o con embarazadas o con mujeres que estén amamantando no contraindica la vacunación.
La información científica disponible en el momento NO apoya la hipótesis de que las vacunas causan el autismo.  
Asegurarse de que su hijo tenga al día todas las inmunizaciones recomendadas es también una manera de preservar la salud de nuestra comunidad.

Las vacunas previenen las siguientes enfermedades principalmente:

Hepatitis B
Más de 2 billones de personas en el mundo han contraído el virus de la hepatitis B en algún momento de sus vidas. De ellas, 350 millones son portadores de la enfermedad de por vida y pueden transmitir el virus a otros. Un millón de estas personas mueren cada año de enfermedades hepáticas y cáncer del hígado.

Rotavirus
La diarrea por rotavirus es una de las principales causas de hospitalización por deshidratación en menores de 2 años, la vacunación oral ha disminuido el número de hospitalizaciones y la intensidad del cuadro diarreico.

Neumococo
Cada año las bacterias neumocócicas causan enfermedades invasivas en alrededor de 16,500 niños menores de cinco años, incluyendo más de 700 casos de meningitis
Además, los neumococos causan entre un 25% y un 40% de las infecciones del oído medio en los niños, siendo éstas la principal causa de prescripción de antibióticos en niños
La aplicación de la vacuna antineumocócica previene contra las formas invasivas de la enfermedad.

Difteria
La difteria es una enfermedad grave causada por una substancia venenosa producida por una bacteria. Con frecuencia, causa problemas cardíacos y nerviosos. Las tasas de mortalidad se sitúan entre 5% y 10%, y entre los niños y los ancianos hay mayor incidencia (hasta 20%).

Pertussis (tos ferina)
La tos ferina puede ser una enfermedad grave y trae como consecuencia ataques de tos prolongados que pueden durar varias semanas. Estos ataques de tos dificultan ciertas funciones básicas tales como comer, tomar líquidos y respirar. Esta enfermedad también puede causar neumonía en los lactantes y provocar daños cerebrales, convulsiones y retardo mental.

Tétanos
El tétanos es una enfermedad severa que muchas veces causa la muerte. La bacteria que causa el tétanos se encuentra con facilidad en el suelo y el polvo de la calle y también en los excrementos de algunos animales.
Las personas afectadas por tétanos sufren rigidez y espasmos en los músculos, lo cual les causa dificultades para respirar y comer. Algunos pacientes pueden caer en coma y morir
En el mundo entero los casos de tétanos en niños recién nacidos continúan siendo un gran problema. Cada año, el tétanos mata a 300.000 recién nacidos y a 30.000 parturientas que no habían sido vacunados adecuadamente.


Poliomielitis
El virus de la polio (o poliomielitis) causa una parálisis aguda que puede traer como consecuencia incapacidad física permanente e incluso la muerte.
El desarrollo de las vacunas contra la polio y la implementación de programas de inmunización han erradicado la polio en nuestro país.

Haemophilus Influenzae Tipo b (Hib)
Antes de que existiera la vacuna contra la Hib, esta enfermedad era la causa más común de meningitis bacteriana entre lactantes y niños.  La meningitis por Hib causaba la muerte de 600 niños por año.
Desde que se introdujo la vacuna conjugada contra la Hib, la incidencia de esta enfermedad ha disminuido en 80%.

Influenza
La influenza está catalogada como un problema de salud pública porque ocupa una de las diez primeras causas de morbimortalidad y se incrementa durante las épocas invernales, siendo causa de ausentismo escolar y laboral.

Sarampión
En los países industrializados, 20% de las personas que enferman de sarampión son hospitalizadas y entre 7% y 9% sufren complicaciones como neumonía, diarrea o infecciones del oído.  Se estima que la tasa de mortalidad por causa del sarampión asciende a una de cada 1.000 personas.
El sarampión es una de las enfermedades más infecciosas que hay en el mundo. Más de 90% de las personas no inmunes al sarampión desarrollarán la enfermedad si se ven expuestos al virus.

Rubéola
Aunque la rubéola es normalmente una enfermedad leve tanto en niños como en adultos, 90% de los bebés nacidos de madres que contraen rubéola durante los primeros tres meses de embarazo desarrollarán el síndrome de la rubéola congénita (SRC), que puede traer como consecuencia anomalías cardíacas, cataratas, retardo mental y sordera.

Parotiditis (paperas)
Antes de que existiera la vacuna contra la parotiditis, esta enfermedad era una de las principales causas de sordera entre los niños. Usualmente, la parotiditis es una enfermedad viral leve
Los efectos colaterales graves de la parotiditis son más comunes en los adultos que en los niños. La inflamación de los testículos es el efecto colateral más común en los pacientes que han pasado la edad de la pubertad y ocurre entre 20% y 30% de los hombres que contraen parotiditis.

Varicela
La varicela siempre está presente en la comunidad y es altamente contagiosa. La varicela usualmente es una enfermedad leve, pero puede complicarse en algunos lactantes, adolescentes y adultos. Sólo las personas que han sufrido varicela en algún momento de sus vidas pueden contraer herpes zoster, una dolorosa inflamación de los nervios.





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